(Fragmento
de Pablo Neruda)
La isla de piedra
y musgo
resonó en el secreto de sus grutas
como en tu boca el canto,
y
la flor que nacía
entre los intersticios de la piedra
con su secreta
sílaba
dijo al pasar tu nombre
de planta abrasadora,
y la escarpada
roca levantada
como el muro del mundo
reconoció mi canto, bienamada,
y
todas las cosas dijeron
tu amor, mi amor, amada,
porque la tierra, el tiempo,
el mar, la isla,
la vida, la marea,
el germen que entreabre
sus labios
en la tierra,
la flor devoradora,
el movimiento de la primavera,
todo
nos reconoce.
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