P. T. de Cáceres | |
Conservación | Buena |
Cocina | Buena |
Relación calidad/precio | Aceptable, buena |
C/ Ancha, 6. | |
Cáceres, una de las ciudades históricas mejor conservadas de España, seduce a su visitante sumergiendolo en un mundo pasado donde la historia se revive en muros y calles.
Hay pocas experiencias que alcancen el grado de integración que Cáceres provoca. Este Parador le permitirá vivir en el centro de una ciudad histórica, perderse en el laberinto medieval de sus calles y plazuelas, bajo arcos, torres y murallas, entre iglesias, hermosos conventos e innumerables palacios. Un conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986. Es una delicia que merece el lujo experimentarla.
El Parador es el antiguo Palacio de Torreorgaz, levantado sobre cimientos árabes a mediados del siglo XIV por orden del comendador de Alcuéscar Diego García de Ulloa (Orden de Santiago). Se conservan muy bien los bellos escudos de la familia y la torre con aires castrenses,
El interior es confortable y cálido, adaptado a las modernas exigencias de la hostelería, aunque ha sabido recuperar espacios y piezas originales que le dan autenticidad y un interesante y original aspecto.
El restaurante es muy agradable y puede ofrecer las especialidades extremeñas más conocidas (cabrito asado al romero, lomo de venado al queso del Casar...). También ha sabido atraer a los artesanos de la zona, las monjas con sus pastas, repostería....
Dispone de una magnífica enoteca con más de 300 vinos, en un momento especialmente interesante para la viticultura de Extremadura con la consecución de nuevos vinos realmente interesantes. La tradición vitivinícola de la región data de su esplendoroso pasado romano.
Nota del Parador: Si utiliza
su vehículo para llegar al Parador encontrará
en la Plaza de Santa Clara unos bolardos que impiden
el paso. Para poder continuar deben solicitar el acceso
a la Policía Local. Para ello encontrarán
a la derecha un semáforo con un interfono,
pulse y comunique que tiene reserva y su nombre, y
bajarán los bolardos. Si los encontrara bajados
a su llegada espere a que suban. No siga nunca a otro
coche.
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